¿Crees que nunca pienso en tí?
Me duele lo que ahora está en el lugar donde se ubicaba mi alma, el corazón acelera su ritmo cardíaco cuando alguien pronuncia tu nombre, cuado la gente me confunde contigo y les hago creer que dejo sin importancia el comentario.
Tengo que hacerte tantas preguntas, todas tan diferentes, pero a fin de cuentas es la misma de todas las noches, de todos los viajes en automóvil cuando llorando grito tu nombre esperando que me contestes.
Cuando te confundo con mujeres en la calle vuelvo a vivir un poco y por un segundo sonrío, hasta que la realidad me alcanza tomándome por los tobillos agresivamente.
¿Sabes que ahora estornudo como tu?
Aprendí a llorar hacia adentro para pasar desapercibida entre las multitudes.
Quisiera sentirte una vez más,
quisiera revivir los problemas y las discusiones,
todas las risas y la manera en la que cantabas desde el piso de abajo.
Quisiera morirme en tus brazos para ya no extrañarte tanto.
Espérame, yo te alcanzo.
Espérame y nos vámos.
